¿Qué sucederá con la Pizzería VK?

Javier Ruiz, dueño de la Pizzería VK, harto de ver que su negocio pierde clientela y que cuesta cada día más llegar a fin de mes, está llevando a cabo una cruzada en la que intentará demostrar públicamente los trapos sucios e irregularidades de varios comercios de la zona (lo que el nombra como «competencia desleal»).

Su mítica pizzería, negocio de barrio de toda la vida, tras muchos años aguantando la masificación de empresas y negocios de su gremio por el barrio, puede que cierre sus puertas (o cambie de ubicación).
Pero antes de que esto suceda, Javier quiere denunciar/demostrar a la junta del distrito y al propio Ayuntamiento las irregularidades presentes en muchos comercios y la «vista gorda» en los controles que se han llevado a cabo a lo largo de varios años.

Locales con salidas de humo hacia las viviendas de vecinos, establecimientos hosteleros sin servicio para la clientela, un negocio con una orden de cierre por no disponer de licencia de actividad aun abierto, jornadas abusivas en sus plantillas…y un largo etc.

Noticia/entrevista que el periódico «El Mundo» ha publicado este sábado con el título de «El pizzero ‘anticorrupción’ de Vallecas»

En ningún momento el dueño de este establecimiento quiere arremeter contra la competencia de otros comercios (algo sano y muy digno), solo denunciar y mostrar aquellos que de manera desleal se están saltando todos los estrictos controles y no cumplen con las normativas, pagos y licencias necesarias, afectando así a otros negocios.

El pasado 27 de Julio según comenta Javier en el perfil de facebook de la «Pizzería vk Vallecas» se reunió con la concejala Eva Durán, estando presentes abogados de ambas partes y por su parte alegó múltiples pruebas de irregularidades de locales, las cuales está decidido a llevar ante los tribunales.

A su vez mientras que aguanta el tirón, se exhibe en la entrada de su local una gran lona con el siguiente texto: «Así no se puede trabajar. No hemos podido con la corrupción. ¡Nos vamos! Mientras tanto, pizzas a 3,99 euros».

Muchos vecinos opinan que su calidad y trato es mejor que las de muchas grandes cadenas y que seguirán comprando ahí, otros opinan que dado que diariamente están bombardeados por publicidad de otros establecimientos y ofertas, terminan comprando en otros negocios o que dada la variedad de opciones por la zona (bares, restaurantes y centros comerciales) algunos pequeños comercios han visto decrementar sus ventas y ganancias en gran medida, hasta el punto de llevarlos a la quiebra.

Esperamos que Javier consiga mantener su presencia en Portazgo/Nueva Numancia, los puestos de trabajo de sus empleados y siga ofreciendo esas magníficas pizzas que muchos disfrutamos.


FUENTES: Redes Sociales y periódico El Mundo

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