Porque la Franja no se mancha de fascismo

El pasado lunes, la directiva del Rayo Vallecano invitaba a Rocío Monasterio y a Santiago Abascal al palco del Estadio del Vallecas. Claramente el presidente y la directiva del club puede invitar a quien quiera a dichas localidades de la grada, pero dicha invitación tiene un claro motivo:

Mostrar su apoyo a los ideales de la formación de ultraderecha y/o a partidos afines a su ideología personal, a la vez de, faltar al respeto a gran parte de la afición rayista, que lleva soportando meses no poder acudir al estadio y ve como los mismos que han insultado y señalado sin tapujos a gran parte de la población del barrio, son invitados a la grada preferente por la directiva del club.

Decimos tan tajante esta afirmación, porque la directiva no ha invitado a más representantes de otros partidos políticos y justo las invitaciones han sido en los días previos a la campaña de las elecciones municipales del 4 de Mayo. A su vez, muchas de las decisiones y acciones que lleva realizando la directiva van en contra del sentir de la afición y de la propia idiosincrasia de la historía del Rayo Vallecano.

Otra de las cosas llamativas de dicha invitación es que, se les haya invitado justo cuando juegan con el Albacete, equipo que cuenta en sus filas con Román Zozulya, jugador al que la afición de Vallecas le negó la bienvenida tras su intento de fichaje en 2017 por su vinculación y apoyo a grupos paramilitares fascistas y nazis.

Recordemos que el único partido que se ha suspendido en La Liga ha sido el anterior encuentro entre el Rayo Vallecano y el Albacete por los calificativos que la grada infería hacia dicho jugador del Albacete (llamándole Nazi), cuando en otros encuentros anteriores, han sucedido cosas similares o peores, con insultos directos y vejaciones racistas o machistas y jamás se había llegado hasta el punto de suspender un encuentro.

Los aledaños del Estadio de Vallecas estaban tomados por la UIP, más que si pudiera entrar público al estadio, algo que extrañó mucho entre el vecindario y los corresponsales de la prensa deportiva que acudía para cubrir el encuentro.

Abascal ya dijo que volvería a Vallecas y lo ha hecho junto a Rocío Monasterio, pero claro, han vuelto entre algodones, sin anunciar previamente su acto de presencia, nuevamente con un amplio despliegue de seguridad y arropados entre los suyos en el palco.

Como mucha gente ha dicho por las redes sociales, seguramente que no lo harían con la grada llena de gente, porque estarían los 90 minutos comiéndose por los oídos todas las lindezas que le cantarían desde la grada entera y con especial dedicación desde el fondo del Estadio de Vallecas.

Se sabe que Presa era capaz de esto y más. Ya sabemos de qué pie cojea. Vamos, que, a mí personalmente, no me sorprende mucho. La directiva del Rayo Vallecano lleva años maltratando a sus aficionados, a diferentes jugadores y categorías del club como la cantera, el filial y el femenino, el Estadio ha estado en grave peligro por fallos estructurales y deficiencias en el mantenimiento, lleva meses ninguneando a la afición con las devoluciones de los abonos de la pasada temporada, el bochorno de las juntas de accionistas año tras año con falta de transparencia, cuentas atrasadas o limitando la comparecencia de medios de prensa, la negativa a ciertos actos o solicitudes de minutos de silencio en partidos previos al inicio de la pandemia, todo como si fuese su cortijo… El presidente ha dicho en repetidas ocasiones que se debe de dejar de juntar el deporte con la política para luego hacer justo lo contrario.

Muchos medios deportivos de tirada nacional y medios locales de este barrio han callado todo esto, se han autocensurado borrando artículos tras publicarlos y no publican noticias al respecto, con un silencio complice o se quedan con lo que marca la actualidad sin hacer mención a todos los acontecimientos o antecedentes previos que han hecho que el descontento de la afición llegue hasta un límite calificado en los últimos días como insoportable, haciendo alusión a la frase: «Se ha cruzado una línea roja hasta un punto de no retorno«.

Y de VOX y su asistencia al palco del Estadio del Vallecas, que vamos a decir, que repite estrategia, acuden a Vallecas para hacerse la foto (en este caso, Abascal no ha tenido que saltarse el cordón policial para conseguir la foto) y posteriormente anunciarla en sus redes sociales para sacar pecho, provocando así al movimiento social de nuestro barrio y la afición rayista (focalizándolo claramente hacia los Bukaneros como ya hizo Pedro Fernández, diputado de VOX en la cámara).

Es triste ver que estas actitudes de la directiva se intentan minimizar de forma sistemática como si se tratasen de gestos insulsos y desconexos unos de otros, cuando realmente son como un dedo hurgando día tras día en una herida, que está haciendo que se desangre la franja del rayismo.


Redacción
Portal Vallecas
Fuentes
Redes Sociales
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